LOS RETRETES DE MI OFICINA
Después de varios meses de becario en una empresa ha llegado el momento de contar las cosas paranormales y sobrehumanas que suceden en el departamento más importante de la empresa junto a la cafetería: los servicios de personal.
Y es que, desde ruidos sobrehumanos a movimientos extraños, todo se sucede entre esas paredes.
Porque uno se dirige tranquilamente a cambiar de agua al canario , cuando se da cuenta de que no esta en casa (uno en casa puede ir bajandose la cremallera según va al baño por el pasillo, pero ir por los pasillos de la empresa bajándosela queda un poco mal).
Y una vez dentro, mientras se hace uso del meadero, nunca sabe lo que va a escuchar de la gente que hace uso del cagadero. Desde gemidos, medio gritos, pedorretas o incluso ruidos incategorizables, todos se reunen alli.
Muchas veces uno piensa "¿qué estarán haciendo?", o incluso, tras algunos ruidos, dan ganas de preguntar "¿ha sido niño o niña?".
Pero a veces es sorprendente ver a la gente saliendo de dichos cagaderos. Las lágrimas afloraban en las caras de algunos, mientras que el sudor llenaba la frente ancha de otros.
Pero mi peor experiencia fue estando haciendo uso del meadero, mientras tenía otras dos personas haciendo lo mismo o algo parecido en los otros dos urinarios. Y uno de ellos comentó "¿recuerdas aquel vídeo en el que 3 tios están en un baño y acaban sujetándoselas los unos a los otros?". ¡¡Eso si que es un corte de royo!!
Y es que, desde ruidos sobrehumanos a movimientos extraños, todo se sucede entre esas paredes.
Porque uno se dirige tranquilamente a cambiar de agua al canario , cuando se da cuenta de que no esta en casa (uno en casa puede ir bajandose la cremallera según va al baño por el pasillo, pero ir por los pasillos de la empresa bajándosela queda un poco mal).
Y una vez dentro, mientras se hace uso del meadero, nunca sabe lo que va a escuchar de la gente que hace uso del cagadero. Desde gemidos, medio gritos, pedorretas o incluso ruidos incategorizables, todos se reunen alli.
Muchas veces uno piensa "¿qué estarán haciendo?", o incluso, tras algunos ruidos, dan ganas de preguntar "¿ha sido niño o niña?".
Pero a veces es sorprendente ver a la gente saliendo de dichos cagaderos. Las lágrimas afloraban en las caras de algunos, mientras que el sudor llenaba la frente ancha de otros.
Pero mi peor experiencia fue estando haciendo uso del meadero, mientras tenía otras dos personas haciendo lo mismo o algo parecido en los otros dos urinarios. Y uno de ellos comentó "¿recuerdas aquel vídeo en el que 3 tios están en un baño y acaban sujetándoselas los unos a los otros?". ¡¡Eso si que es un corte de royo!!